Welcome to my blog, hope you enjoy reading
RSS

miércoles, 11 de noviembre de 2020

Séptimo Mandamiento: Shine on, you crazy diamond...



Hace poco más de un mes que no vivimos juntos. Te independizaste y sos feliz, me lo dijiste hoy y se nota, se nota mucho. Es difícil disimular cuando uno se siente realmente pleno, y a vos la felicidad te brota por cada uno de los poros. Brillas, Iván.

¿Yo? yo no puedo, perdoname, sentarme todavía y escribir -o describir- esa mezcla de sensaciones que me recorren el cuerpo y el alma cuando te veo tan grande y tan hermoso, tan enfocado en tu laburo, tan querido y respetado por tus pares, tan cariñoso y agradecido. Imposible poner en palabras cómo extraño tu presencia y tu voz... Creciste, Pollo, y yo, que siempre quise que crecieras rápido y fueras independiente, a veces me siento perdida.
Vos siempre fuiste mi faro pero ahora la luz de tu mirada está mucho más lejos de lo que yo alcanzo a ver; sólo los abrazos nos acercan y acercan nuestros corazones. Sí, como en esa foto tuya de recién nacido que tengo de fondo de pantalla en mi pc. Porque aunque no seamos la familia tipo o la familia soñada (¿existe acaso?) juntos somos una gran familia, tenés razón.
Tu preciosa vida le dio sentido a la mía y llegó el momento de soltarte para que vos puedas encontrar el sentido de la tuya. Yo confío mucho en que vas a poner toda tu enorme inteligencia a tu favor.
Gracias, Ivanchu por existir, por tu sabiduría, por tu complicidad y por ser el más cuerdo de los dos. Sos, lejos, mi jugador imprescindible. Te quiero siempre en mi equipo para abrazarte fuerte, fuerte. Ojalá que en cada abrazo puedas escuchar cómo los latidos de mi corazón desde hace 20 años rugen desesperados, desbordados de orgullo y amor por vos.
Sé feliz siempre. Más que un deseo es una orden. Y aunque ya no vivamos juntos, una vez, esta vez haceme caso. ¡Es tan lindo verte brillar!




Shine on, you crazy diamond... Te amo.